La pasión por la presencia de Dios debe ser un profundo anhelo que provoca decisiones que transforman nuestro estilo de vida. La Biblia nos dice que Moisés descendió del monte Sinaí y su rostro resplandecía debido a la gloria de Dios en él, y el texto bíblico expresa que esto se debía a que había hablado con el Señor: “no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios” (Éxodo 34:29). Entonces la búsqueda de la presencia divina produce grandes cambios en la persona… “Cuando ya habían pasado, Elías le dijo a Eliseo: "Pide lo que quieras que yo haga por ti antes de que yo sea separado de ti." Y Eliseo le respondió: "Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí". 2 Reyes 2:9. Es muy importante mantener un profundo deseo por la presencia divina. Cuando decidimos buscar a Dios debemos mantener la perseverancia ante los obstáculos que aparecen en el camino. Por ejemplo según el contexto del pasaje bíblico de