26 de noviembre de 2015

Vosotros sois la sal de la tierra

La sal era algo muy escaso y por lo tanto valioso en la época del Señor Jesucristo. La historia cuenta que a los soldados romanos se les pagaba con sal. El Señor comparó a sus discípulos con la Sal, dando a entender lo valioso e importantes que ellos eran.

De los siervos y siervas que actualmente cumplen con el mandato del Señor Jesús de dar a conocer Su Evangelio, podemos decir que hoy día son la sal de la tierra.

Entre las funciones de la sal: La Sal da sabor, como hijos de Dios nos corresponde darle sabor a este mundo, a esta vida, hacer de lado la amargura de muchas personas que tal vez han perdido ese sabor por vivir ante las dificultades que enfrentan cada día.

La sal produce sed, si somos considerados sal de la tierra nos corresponde despertar en las personas esa sed de Dios, por que cuando logremos despertar esa sed en ellos vendrán a clamar como la mujer Samaritana – Señor dame de beber de esa agua – así cuando ellos clamen se encontraran con un río de aguas vivas que saltan para vida eterna. Si alguno tiene sed venga a mí y beba.

La sal es pura, no permite que ningún microbio viva en ella, el hijo de Dios debe esforzarse por mantenerse puro y lleno de santidad conforme al mandato de Dios.

La sal cura las heridas, como sal de la tierra es nuestra obligación llevar esa Palabra que sane y cura las heridas espirituales de este mundo.

La Sal es Preservadora, el Señor a entrego su doctrina a sus apóstoles, solo a ellos les permitía conocer y entender sus verdades espirituales para que ellos al recibirlas las preservaran y ordenaran que fueran preservadas.

Si somos sal de la tierra nos corresponde preservar pura la doctrina dejada por el Señor Jesucristo.

"Vosotros sois la sal de la tierra; y si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres". Mat 5:13. Entonces ¿es usted sal de la tierra?

Brillará el sol de justicia en tu vida

                                                
Hay personas que engañadas por Satanás, se acostumbran a vivir en oscuridad, satisfaciendo los deseos carnales, perdiendo  el rumbo  al  no ver el peligroso camino por el cual transitan, ignorando que existe una luz capaz de  iluminarlo para que encuentren la senda de la salvacion, que es en Cristo Jesus, quien dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).  
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación”. Malaquías 4:2.

Esta promesa alentadora, cumplida ya en la primera venida de nuestro glorioso Salvador, tendrá perfecto cumplimiento en su segunda venida: sin embargo, es una promesa de aplicación cotidiana. ¿Vives, amado, en la oscuridad? ¿Notas que esa oscuridad va haciéndose cada vez más profunda? No desmayes, porque aún tiene que brillar el sol.

La noche es más sombría cuando se acerca el alba. El sol que nacerá no será un sol cualquiera. Es el Sol de Justicia que irradiará santidad. Viene a regocijarnos con los resplandores de su justicia y misericordia, no a quebrantar ley alguna para salvarnos. Jesús es la manifestación de la santidad y amor de Dios.

Cuando venga, nuestra liberación será cierta porque es justa. Nuestra pregunta debería ser esta: ¿Tememos el nombre del Señor? ¿Reverenciamos al Dios vivo y andamos en sus caminos? Si así es, la noche para nosotros será de corta duración, y cuando llegue la mañana, la enfermedad y la tristeza desaparecerán para siempre de nuestros corazones.

Nuestra herencia será luz, calor, gozo y claridad; después vendrá la salud de toda dolencia y desaparecerán todas las preocupaciones. ¿Ha resplandecido Jesús sobre nosotros? Gocémonos de este sol. ¿Ha escondido su rostro? Estemos ciertos de que, a manera de sol, resplandecerá sobre nosotros. Hoy..no importa la oscuridad que me rodea, se que me resplandecerá el Sol de Justicia.

Señor, hoy vengo a ti para depender únicamente de los rayos fortalecedores de tu presencia. Seguro estoy que en medio de mis sombras me alumbrará el sol de tu presencia. Amén.

16 de noviembre de 2015

Nuestra Esperanza Gloriosa

1 CORINTIOS 15.20-58

Cuando escuchamos la palabra resurrección, la mayoría de nosotros piensa en Cristo resucitando de los muertos, pero su victoria sobre la tumba demuestra lo que sucederá con nosotros, también.

Un día, cada persona que haya muerto experimentará una resurrección corporal como la de Cristo, y quienes estén vivos cuando Él regrese, serán transformados de mortales a inmortales en un abrir y cerrar de ojos.

Una de las primeras preguntas que nos viene a la mente es: ¿Qué aspecto tendré? No puedo responder a eso específicamente, pero lo único que sé es que luciremos lo mejor que el Creador pueda hacernos.

Estos humildes cuerpos terrenales serán transformados en cuerpos gloriosos como el de Él. Los escritos del apóstol Pablo ofrecen algunas pistas acerca de sus características: serán imperecederos, gloriosos, poderosos y espirituales.

Como tales, serán ideales para vivir en el cielo. Nunca experimentaremos de nuevo el pecado, la enfermedad, el dolor, el sufrimiento, la debilidad, el agotamiento y la muerte.

A veces, las personas me preguntan si seremos reconocibles, es decir, si reconoceremos a nuestros seres queridos, y si ellos nos reconocerán a nosotros.

Considere lo siguiente: ¿Cómo podrían unos cuerpos tan poderosos y gloriosos estar limitados, si estarán tan avanzados en todo lo demás? Estoy plenamente convencido de que todos nuestros sentidos y capacidades mentales serán mejorados, no disminuidos.

Nos espera un futuro glorioso, pero el gozo de un nuevo cuerpo, y el reencuentro con nuestros seres queridos, será sobrepasado por la emoción de ver a Dios. Él es quien hizo todo esto posible. En agradecimiento, amémosle y sirvámosle con fidelidad mientras sigamos estando en esta tierra.

Por: Miguel Matos

20 de octubre de 2015

¿Con Qué Limpiará El Joven Su Camino?

Una vez un hombre llamado David escribió “¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos, para guardar tus estatutos! (Salmo 119:5).

Muchas veces creemos que debemos estar bien para buscarle o entregar nuestra vida completamente al Señor Jesús,  por temor a ser rechazados o avergonzados, por el estado de nuestra vida. Luchamos todos los días, por arreglar algo de nuestro interior, y lo que logramos es coleccionar fracasos día tras día; pero cada vez con menos fuerza, porque ya no la tenemos…

¿Cuándo traes a un zapatero un zapato, cuando está sin estrenar o cuando está roto, sin tapas, y deforme? ¿Qué harías tu si fueras un zapatero y te traen un zapato nuevo?, no tendrías que hacer nada, no tendrías trabajo. Pero si te traen un zapato que da lástima, tendrías trabajo, y sería un honor ver ese zapato tomando forma nuevamente. No te importaría lo roto, mal oliente, ni usado que esté, solamente que necesita ser reparado.

Así es con el Señor, a Él no le importa tu condición, Él ve el trabajo que tiene que hacer en ti. No importa el estado en que te encuentres, HOY hay oportunidad para ti, solo trae ante su Presencia tu Corazón, y permite que Él lo repare como debe ser; no como tú quieres y en la forma que tú decides; sino como Él ya lo determinó. ¿Cómo hacer esto? A SOLAS CON ÉL, búscale aunque no tengas nada que decir, escoge tú el momento y se sincero con Él.

“¿Con qué limpiará el joven su camino? CON GUARDAR SU PALABRA” Salmo: 119:9.

19 de octubre de 2015

¡Alerta el fin se acerca!

Mateo 24:4-51

Rusia y China, Irán y Siria, los palestinos de la franja de Gaza, el Líbano y naciones árabes, 
observan el ataque contra el pueblo de Israel por musulmanes, que han herido a muerte con armas blancas a varios israelíes. Durante la escaramuza, han resultados muertos varios palestinos y judíos, ignorándose hasta dónde llegará la escalada de violencia, que producirán estas acciones terroristas.

 El gobierno israelí ha tenido que movilizar sus fuerzas armadas, para impedir  y reprimir esos actos violentos en Jerusalén, pero no dudamos que, en cualquier momento,  se produzca una conflagración armadas con la intervención de naciones, enemigas de Israel, que han amenazado con borrarla del mapa.

Cuando vemos todas estas señales que se están presentando en Israel y en el mundo son  evidencias claras que algo grande y sorpresivo  ocurrirá, mientras las naciones se mantienen desafiando descaradamente a Dios y su Palabra. No tenemos ninguna duda de la decadencia moral y espiritual que se registra en todas las naciones del planeta tierra, en estos tiempos, mientras los hombres han invertido los valores morales, enceguecidos por el dios de este siglo, Satanás, ya que  ahora a lo bueno lo consideran malo y a lo malo bueno, lo que ha ido acelerando el tiempo en que la Iglesia de Cristo será levantada.  
   
En estos tiempos los hombres se han creído ser dioses y que con sus acciones pecaminosas piensan que van a cambiar el mundo, el cual va de mal en peor, rechazando la obra que viene realizando la Iglesia de Cristo, inspirada por el Espíritu Santo, llevando el mensaje de salvación y vida eterna a los perdidos. Hay países donde ya se ha prohibido hablar de Jesucristo y de su plan de salvación, los creyentes son perseguidos, apresados y asesinados.

Dice la Biblia que el ministerio de la Iglesia Cristiana llegará a su fin cuando menos lo esperamos. Cuando más confiados estemos. El final llegará sorpresivamente, como cuando un ladrón, nos sorprende de noche (I Tesalonicenses 5:2).

 Jesús les dijo a sus discípulos que se acercaba el día cuando ya no estaría entre ellos, que subiría al Padre. Sus discípulos le pidieron que se los llevara con Él pero Jesús les contestó que a donde Él iba, ellos no podían seguirle, pero les aclaró que se iba a preparar un lugar para todos nosotros. (Juan 14. 2 6). Para que donde Él esté, nosotros también estemos.

Jesús dijo: "me iré, pero volveré." Dos milenios han pasado desde que los apóstoles presenciaron la ascensión de Jesús y hasta hoy, todavía no ha vuelto. Pero Pedro dice que no nos impacientemos, ni pensemos que el Señor se está tardando. (II Pedro 13.8 14) porque Él volverá a su debido tiempo.

Recuerden que nuestro tiempo no es el tiempo del Señor. Dice la Biblia que: "mil años es como un día delante de Dios." (II Pedro 3:8). Jesús volverá pronto y de acuerdo a las profecías, el fin de la historia humana, se acerca. Todos los acontecimientos de actualidad señalan hacia la Parusía.

Desgraciadamente hoy  muchas iglesias ya no predican la doctrina del arrebatamiento ni  de la segunda venida. Parece como si nadie desea el regreso del Señor. Ya casi nadie está a la expectativa de Jesús. Ya casi nadie grita: "Maranatha”.  Juan el Apóstol al final de su Apocalipsis grito desde lo más profundo de su corazón; ¡sí!, ¡ven Señor Jesús!

El regreso del Señor implica dos cosas: la glorificación de los fieles y el juicio y condenación de los malos. Porque está claro que Cristo volverá para destruir a los enemigos de Dios y seguidores del diablo, esa serpiente antigua llamada Satanás, o lucifer. El problema de la iglesia es que hoy, después de dos mil años, nos hemos casi olvidado de que debemos vivir a la expectativa del retorno de Jesús y el arrebatamiento de la Iglesia, pero parece como si ya no nos interesara. Vivimos muy cómodos en nuestros hogares. Nos hemos conformamos a las costumbres de este siglo, (Romanos 12:2) hemos asimilado la cultura dominante y hemos abandonado la vida de santidad.

El mensaje de hoy nos exhorta que la iglesia debe luchar por los ideales del cristianismo. Que debemos vivir siempre alertas y  pendiente del regreso de Jesucristo. Que su llegada no nos sorprenda perdiendo el tiempo en nuestros intereses egoístas. El énfasis de este mensaje es que recordemos que Jesucristo volverá. Que estemos preparados para el regreso repentino del nuestro Señor. Porque el Señor volverá en un abrir y cerrar de ojos, al sonido de la trompeta. Ese día, el plan sempiterno de salvación se consumará y llegará el temido "fin del mundo."

No tenemos dudas, de que estamos viviendo los últimos días de este presente siglo malo. El regreso de Jesucristo se acerca y con su llegada, el juicio de las naciones. Hay de aquellos que estén desprevenidos, que no estén preparados para recibirle porque su fin será desastroso. Dice la Biblia que en aquel día, "será el llanto y crujir de dientes."

Los discípulos le preguntaron; ¿Señor, cuando será el tiempo de tu regreso? Jesús les contesto que: cuando vieran las señales.  Nadie sabe cuándo volverá el Señor. Ni Jesús mismo quiso saberlo. Ni aun los Ángeles saben el día ni la hora. Solamente Dios en su infinita omnisciencia, sabe el tiempo del fin. Jesús nos advirtió que cuando veamos las señales, tengamos el suficiente sentido común para reflexionar y arrepentirnos de nuestros pecados antes de que sea muy tarde.

Habrá señales en el cielo, en el mar, la luna y las estrellas nos anunciaran que ¡el fin se acerca! (Lucas 21:25). Cuando se hable de paz y lo único que tengamos sean guerras, ¡El fin se acerca! (Apocalipsis 6:4). Cuando la humanidad llegue a su límite de corrupción moral y espiritual, ¡el fin se acerca! Cuando las gentes maravilladas, se vayan engañadas tras la brujería, la hechicería, y la adivinación, ¡el fin se acerca!

Cuando la voz de los anticristos se escuche por todo el mundo, con más fuerza que la de la iglesia, ¡el fin está cerca! Cuando la inmoralidad de la humanidad llegue a su máxima expresión y el hombre pierda sus valores morales y espirituales, abandonando sus géneros naturales de hombre y mujer y se entreguen a la homosexualidad, entonces ¡el fin está cerca! Cuando la abominación entre por las puertas de la iglesia y como consecuencia, se enfríe y pierda su autoridad sobre las gentes, ¡El fin está cerca!

 Cuando la mayoría de los cristianos apostaten de su fe y la herejía sea parte del movimiento cristiano, cuidado porque ¡el fin está cerca! Y Cuando veamos que en las naciones del mundo, se establecen leyes que no honran ni respetan a Dios, ¡el fin está cerca!

El Apóstol Pablo dice en Romanos 8.21 que la naturaleza gime con gritos ensordecedores, pidiendo ser liberada de la maldición que sufre desde que Adán peco. Según el Libro de Apocalipsis, cuando veamos terremotos al derredor del mundo, huracanes como los del año pasado, explosiones volcánicas, el mar que vomita sus muertos, inundaciones, cambios climatológicos drásticos, ¡el fin está cerca!

Las escrituras nos enseñan que cuando todo esto suceda, es como una advertencia de que el Señor está a la puerta, y debemos arrepentirnos. Debemos buscar el perdón de Dios y dejar que Cristo tome control de nuestras vidas. Que nos proteja de la ira venidera. Asegurémonos de que nuestro nombre este escrito en el libro de la vida.

Fuente: La Biblia y Reflexiones Cristianas.

¿Creer La Verdad Es Una Elección?

En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. Hebreos 11:6.

Fe es la respuesta bíblica a la verdad, y creer la verdad es una elección. Fe es algo que decides hacer, no algo que sientes hacer.

Creer que algo es verdad no lo hace verdadero; la verdad es verdad, así que la creemos. El Movimiento de la Nueva Era y los seguidores de la doctrina de “confiésalo y recíbelo” están distorsionando la verdad al decir que nosotros creamos la realidad por medio de lo que creemos. No podemos crear la realidad; solamente podemos responder a ella.

La fe debe de tener un objeto, no es simplemente la idea que crees lo que vale; es en que o a quien le crees lo que realmente cuenta. Todos creen en algo, y todos caminan por fe de acuerdo con lo que creen. Pero si lo que crees no es verdad no vas a vivir correctamente? Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo? (Romanos 10:17).

Tu fe es solo tan grande como tu conocimiento del objeto de tu fe.

Si tienes poco conocimiento de Dios y Su Palabra, vas a tener poca fe. Cualquier intento de vivir por fe más allá de de lo que absolutamente sabes que es verdad es presunción. Si tan solo crees lo que sientes, vas a ser guiado en esta vida por un impulso emocional tras otro. El camino de verdad inicia con la verdad de la Palabra de Dios. Cree la verdad y camina por fe de acuerdo con lo que crees, y entonces tus sentimientos se alinearan con lo que piensas y como te comportas.

No podemos decidir por nosotros mismos lo que nos gustaría creer y luego creerlo, esperando que Dios responda a nuestra fe. Dios no está obligado con el hombre. No hay una forma astuta de elaborar una oración a la cual Dios se vea obligado a responder. Dios está obligado solo consigo mismo. Siempre se mantendrá fiel a sí mismo y cumplirá Su Palabra y sus pactos con el ser humano.

 No nos corresponde determinar lo que es verdad o tratar de persuadir a Dios para que cambie según nuestra voluntad. El es la verdad. Nosotros debemos pedir de acuerdo con su voluntad y desear siempre su voluntad sobre todas las cosas.

Reflexiones Cristianas

16 de octubre de 2015

Carpintero

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia.

Él iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superarían esta etapa de alguna manera.

El jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si pudiese construir una sola casa más, como un favor personal.

El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera.

Cuando el carpintero terminó su trabajo y su jefe fue a inspeccionar la casa, el jefe le extendió al carpintero las llaves de la puerta principal. "Esta es tu casa," dijo, "es regalo para ti".

¡Qué tragedia! ¡Qué pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente.

Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro trabajo. Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente. Piensa como si fueras el carpintero. Piensa en su casa. Cada día clavas un clavo, levantas una pared o edificas un techo.

Construye con sabiduría. Es la única vida que podrás construir. Inclusive si sólo la vives por un día más, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.

Tu vida ahora, es el resultado de tus actitudes y elecciones del pasado. ¡Tu vida mañana será el resultado de tus actitudes y elecciones hechas HOY!

Colosenses 3:17:"Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por él".

Colosenses 3:23: "Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no a los hombres".

Fuente: Reflexiones bíblicas.

24 de agosto de 2015

Caer Y Levantarse

En la vida nos enfrentaremos con diferentes caídas, con momentos dolorosos que querrán obligarnos a no intentarlo más. Y es que el dolor de algunas caídas es tan profundo que nuestra mente muchas veces quiere rehusarse a volverlo a intentar.

Quizá algunos de ustedes hoy se sienten derrotados, quizá estas experimentado una caída muy fuerte, de esas dolorosas que nadie quisiera experimentar, las fuerzas se te han ido, crees que no vale la pena quizá volverlo a intentar o simplemente tienes miedo de volver a caer y lastimarte.

La Biblia nos dice: “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse…” Proverbios 24:16a (Reina-Valera 1960).

Quizá las cosas se salieron de control, quizá en algún momento has pensado en renunciar, en no seguir más, en rendirte. Pueda que esa caída que acabas de experimentar o la que experimentaste hace un tiempo pero que aún no puedes superar, está causando en ti la indisposición de volverlo a intentar.

¡Vamos! ¡Levántate e inténtalo otra vez!, Dios quiere que sepas que Él está contigo, que lo que has experimentado servirá para cimentar tu fe, para crear en ti un carácter de siervo, pero que al volverlo a intentar lo lograras.

Quizá caerás, quizá te golpearas, quizá dolerá, pero ¡Levántate!, no fuiste llamado para retroceder, no fuiste llamado para quedarte en el suelo después de una caída, tú has sido llamado para conquistar, para vencer, para lograrlo, tienes la capacidad de hacerlo porque Dios la depositó en ti y como respaldo de eso, Él ha estado, está y estará contigo, porque no te dejará, porque no permitirá que seas vencido, por lo tanto: ¡Levántate!

Quizá caerás, pero sobre todo LEVÁNTATE cuantas veces sea necesario, porque hay algo está claro y esto es: ¡Tú eres un vencedor! ¡LEVÁNTATE!

Auto. Miguel Matos.

19 de agosto de 2015

Cambiar el mundo

Un día comencé queriendo cambiar al mundo y comencé por intentarlo. Al cabo de un tiempo me di cuenta que me era imposible, por lo que pensé mejor en cambiar a mi nación.

Después de intentarlo me di cuenta que no pude, por lo que decidí cambiar a mi comunidad. Después de un tiempo de intentarlo no pude, por lo que decidí cambiar a mi familia.

Pero al cabo de un tiempo me di cuenta que no pude y ahora en mi lecho de muerte he llegado a la conclusión de que debí de haber cambiado yo primero, ya que de esa manera y con mi ejemplo mi familia cambiaría, a su vez mi familia con su ejemplo cambiaría a mi comunidad, la cual cambiaría a mi nación, la cual lograría cambiar por fin al mundo.

1 Timoteo 4:12: Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza.

Efesios 5:1: Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

Tito 2:7: Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; haciendo ver integridad, gravedad.
1 Pedro 2:21: Porque para esto sois llamados; pues que también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas.

Fuente: Reflexiones bíblicas. 

14 de agosto de 2015

La Dificultad de Perdonar

EFESIOS 4:30-32

Saber cómo perdonar no es suficiente, es que a veces estamos tan disgustados, ofendidos que nos resulta muy difícil perdonar, sin embargo es un paso que debemos dar en amor y obediencia

Perdonar ofensas

Todos hemos sido heridos en algún momento u otro, y el ofensor puede muy bien haber sido alguien que amamos.

A menudo tratamos de disimular el dolor con comentarios como: Está bien, o No te preocupes por eso. Sin embargo, pareciera que no podemos vernos libres de ese penetrante aguijón. ¿Por qué no somos capaces de olvidar?

Por el simple orgullo, y como resultado, la ofensa se convierte en mucho más de lo que deberíamos permitir. Se convierte en una cuestión de tipo personal, en vez de un error involuntario o de insensibilidad momentánea.

Otro factor por el que no perdonamos, es por la amargura. Nos volvemos resentidos cuando nos negamos a enfrentar nuestros sentimientos heridos, y dejamos que el asunto se vuelva una úlcera en nuestro corazón.

Un sentimiento creciente de irritación se extiende por nuestro espíritu como una infección. Se ha dicho con razón que la amargura es como un veneno que uno prepara para otra persona, y luego se lo bebe uno mismo.

Mientras la amargura destruye silenciosamente nuestra vida, la persona que nos hirió puede permanecer completamente ignorante de nuestros sentimientos.

A veces, nuestra lucha implica un malentendido en cuanto al perdón. O, podemos quedarnos sentados esperando una disculpa que nunca llega.

Si usted ha sido herido recientemente, pídale dirección a Dios. A veces, es conveniente acercarse al ofensor y decirle: “Hiciste esto, y eso me hirió. Pero te perdono, y me niego a dejar que esto destruya nuestra relación”.

Fuente: Reflexiones cristianas.

31 de julio de 2015

Confianza al Orar

MATEO 7.7-11

A veces, nos volvemos impacientes en nuestra vida de oración. Podemos enojarnos, o simplemente darnos por vencidos y llegar a la conclusión de que Dios no nos escucha cuando no responde nuestras oraciones de inmediato o de la forma exacta que esperábamos.

La verdad es que Dios se deleita en responder nuestras oraciones, y ha dado abundantes promesas que deben motivarnos a hablar con Él. Si entendemos lo que Jesús estaba diciendo en Mateo 7, podremos orar con mayor confianza.

Pedir es la parte fácil. Pedimos ayuda para hacer nuestro trabajo o protección para nuestros hijos. E incluso, pedimos estar más cerca de Dios.

Sin embargo, algunas veces necesitamos hacer algo antes de que Dios dé una respuesta a nuestras oraciones. Por ejemplo, si le decimos a Dios: “Señor, ayúdame a entender la Biblia”, debemos proceder a abrir la Biblia y comenzar a leerla.

Por último, llamar demuestra que estamos viniendo al Señor con un sentido de dependencia de Él. Reconocemos que no podemos manipular una respuesta a nuestras peticiones, sino confiar en el poder de Dios. Además, nuestra capacidad de “llamar” es incomparable, porque nuestro Dios está de una manera intensa y personal interesado en nosotros.

El Señor Jesús utiliza las palabras pedir, buscar y llamar, de tal manera que nos anima a “pedir y seguir pidiendo; buscar y seguir buscando; llamar, y seguir llamando”. En la Biblia, la oración es comparada con el incienso, lo que implica una corriente continua que fluye de nosotros hasta llegar al cielo. ¿Está usted ofreciendo una fragancia continua al Señor por medio de sus oraciones al Él?

28 de julio de 2015

Caballito de palo


 Un padre llevó a su hijito a un largo paseo por el bosque. Como era pequeño, le llevó sobre sus hombros por mucho rato.

Luego le puso de pie y le dijo que tendría que caminar hasta la casa. Al rato el pequeño lloraba porque estaba muy cansado, demasiado cansado para dar un paso más.

El padre cortó un palito y lo limpió muy bien de toda astilla mientras el niño observaba. Al terminar, dijo: «Mira, hijo, aquí tienes tu propio caballito para que te lleve a casa». Encantado, el niño se montó sobre su caballito y felizmente llegó a casa.Y en casa dio vueltas por todo el jardín hasta que tuvo que ir a bañarse y acostarse, ya rendido.

A veces nuestro Padre nos lleva y a veces nos deja caminar, y muchas veces creemos que ya no podemos más cuando alguien, movido por él, nos ofrece un caballito – una idea, una promesa, una canción nueva, un cariño, una oración intercesora, lo que sea, y sobre ese corcel llegamos a la meta. ¿Necesitan un caballito? ¿Otro hermano está necesitando un caballito? 

Ofrezcámoslo con ternura, recordando nuestro propio cansancio a veces. Eso hace toda la diferencia para un pequeño hermano.

1 Pedro 1:22 "Habiendo purificado vuestra almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro".

Proverbios 18:24 "El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo: Y amigo hay más unido que el hermano".

Fuente: Reflexiones bíblicas. 

23 de julio de 2015

Círculo del odio

  

Un importante señor gritó al director de su empresa, porque estaba enojado en ese momento.

El director llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola de que estaba gastando demasiado, porque había un abundante almuerzo en la mesa. Su esposa gritó a la empleada porque rompió un plato.

La empleada dio un puntapié al perro porque la hizo tropezar.

El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la vereda, porque estaba obstaculizando su salida por la puerta.

Esa señora fue al hospital para ponerse la vacuna y que le curaran la herida, y gritó al joven médico, porque le dolió la vacuna al ser aplicada.

El joven médico llegó a su casa y gritó a su madre, porque la comida no era de su agrado.

Su madre, tolerante y con un manantial de amor y perdón, acarició sus cabellos diciéndole: "Hijo querido, prometo que mañana haré tu comida favorita. Tú trabajas mucho, estás cansado y precisa una buena noche de sueño. Voy a cambiar las sábanas de tu cama por otras bien limpias y perfumadas, para que puedas descansar en paz. Mañana te sentirás mejor."

Bendijo a su hijo y abandonó la habitación, dejándolo solo con sus pensamientos… En ese momento, se interrumpió el CÍRCULO DEL ODIO, porque chocó con la TOLERANCIA, la DULZURA, el PERDÓN y el AMOR.

Si usted es uno de los que ingresaron en un CÍRCULO DE ODIO, acuérdese que puede romperlo con TOLERANCIA, DULZURA, PERDÓN Y AMOR.

Proverbios 12:18 "Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina."
Proverbios 19:11 "La cordura del hombre detiene su furor; Y su honra es disimular la ofensa"
Proverbios 15:1 "La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor"
Proverbios 10:14 "Los sabios guardan la sabiduría: Mas la boca del loco es calamidad cercana"

Fuentes: La Biblica y Reflexiones bíblicas. 

Ángeles en el callejón

Diana, una joven estudiante cristiana de la universidad, estaba en casa en el verano. Fue a visitar algunos amigos y por quedarse charlando, se le hizo muy tarde, más de lo que había planeado y tuvo que caminar sola a su casa siendo ya de noche.

No tenía miedo porque vivía en una ciudad pequeña y a solo unas cuantas manzanas del lugar. Mientras caminaba a su casa, oró a Dios para que la mantuviera sana y salva de cualquier peligro.

Cuando llegó al callejón que le servía como atajo para llegar más pronto a su casa, decidió tomarlo; sin embargo, cuando iba por la mitad, vio a un hombre parado al final del callejón y parecía estar esperando por ella.

Diana se puso nerviosa y empezó a orar a Dios por protección. Al instante un sentimiento de tranquilidad y seguridad la envolvió; sintió como si alguien estuviera caminando con ella; llegó al final del callejón y pasó por delante del hombre pero no pasó nada, y llegó bien a su casa.

Al día siguiente, leyó en el periódico que una chica había sido violada en aquel mismo callejón unos 20 minutos después de que ella pasara por allí.

Sintiéndose muy mal por esa tragedia y pensando que pudo haberle pasado a ella, comenzó a llorar dando gracias a Dios por haberla cuidado y le pidió que ayudara a la otra joven; decidió ir a la policía, pensando que podría reconocer al hombre, y les contó su historia.

El policía le preguntó si estaría dispuesta a identificar al hombre que vio la noche anterior en el callejón; ella accedió y sin dudar reconoció al hombre en cuestión. Cuando el hombre supo que había sido identificado, se rindió y confesó.

El policía agradeció a Diana su valentía y le preguntó si había algo que pudieran hacer por ella, y ella le pidió que le preguntaran al hombre por qué no la atacó a ella cuando pasó por el mismo callejón.

Cuando el policía le preguntó al hombre él contestó: - "Porque ella no estaba sola, habían dos hombres altos caminando uno a cada lado de ella".

Deuteronomio 31:8 "Y Dios es el que va delante de ti; él será contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas, ni te intimides."

Josué 1:9 "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres".

Fuente: Reflexiones Bíblicas.

¡Calma!


Después del 11 de septiembre, una compañía invitó a los miembros que quedaban de otras compañías que habían sido afectadas por el ataque de las Torres Gemelas, para compartir su espacio disponible de oficina.

En una reunión de la mañana, el jefe de seguridad contó historias de por qué esta gente estaba viva … y todas tenían que ver con pequeños detalles, como habrán oído:

Al director de la compañía se le hizo tarde porque era el primer día del kínder de su hijo. Otro compañero estaba vivo porque le tocaba llevar los donuts. Una mujer se retrasó porque su despertador no sonó a tiempo. A uno se le hizo tarde porque se quedó atorado en la carretera en la que había un accidente. A otro se le fue el autobús. Alguien le tiró comida encima y tuvo que tomarse el tiempo para cambiarse. Uno tuvo un carro que no arrancó. Una se regresó a contestar el teléfono. ¡Otra tuvo un bebé! Otro no consiguió un taxi.

El que más me impresionó fue un señor que se puso un par de zapatos nuevos esa mañana, pero antes de llegar al trabajo le había salido una ampolla. Se detuvo en la farmacia por un curita. Por eso está vivo hoy.

Ahora, cuando me quedo atorada en el tráfico… pierdo un elevador… me regreso a contestar un teléfono … todas esas cosas que me desesperan, pienso: Este es el lugar exacto en el que Dios quiere que esté en este preciso momento.

La próxima vez que tu mañana te parezca enloquecedora… los niños se tarden en vestirse… no logras encontrar las llaves del coche… te topas con todos los semáforos en rojo… no te enojes ni te frustres; recuerda que Dios está trabajando cuidándote.

Que Dios siga bendiciéndote con todas esas pequeñas cosas desesperantes y que logres recordar el propósito que tienen!
1 Pedro 5:7: Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Deuteronomio 11:12: Tierra de la cual el Señor tu Dios cuida: siempre están sobre ella los ojos de tu Dios, desde el principio del año hasta el fin de él.

Romanos 5:3: Y no sólo esto, más aún nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;

Fuente: Reflexiones bíblicas.

15 de julio de 2015

Aviva la llama

Cuentan que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría.

Ante esta situación y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.

Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó: "Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?

El rey le dijo: "Te lo revelaré, si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré".
Al término del paseo, el rey le preguntó: "¿Qué piensas de mis riquezas?" La persona respondió: "No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara".

El rey le dijo: "Ese es mi secreto. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera".

Muchas veces deseamos vivir como mejores cristianos y tener vida espiritual, pero sin decidirnos apartar la mirada de las cosas que nos rodean y deslumbran con su aparente belleza. Procuremos "ver hacia adentro" y avivar nuestra llama espiritual, pues: – Al tener nuestra mente y nuestro corazón puestos en el Señor, podemos aprender a conocerle y amarle. – Las trivialidades y preocupaciones de la vida no podrán apartarnos del buen camino. – Crecerá nuestro amor por la familia y nuestros semejantes, que son imagen de Dios.

Viviremos alegres en esta vida, preparándonos para alcanzar la felicidad eterna al lado de nuestro Padre.

Proverbios 22:4: "Riquezas, y honra, y vida, son la remuneración de la humildad y del temor de Dios".

Proverbios 11:28: "El que confía en sus riquezas, caerá: Mas los justos reverdecerán como ramos".

Fuente: Reflexiones bíblicas.

14 de julio de 2015

A ella le debo


Cuando la conocí tenía 16 años, fuimos presentados en una fiesta, por un tío que decía ser mi amigo. Fue amor a primera vista, Ella me enloquecía. Nuestro amor llegó a un punto, que ya no conseguía vivir sin ella. Pero era un amor prohibido.
Mis padres no la aceptaron. Fui expulsado del colegio y empezamos a encontrarnos a escondidas. Pero ahí no aguanté más, me volví loco, yo la quería, pero no la tenía.
Yo no podía permitir que me apartaran de ella. Yo la amaba: destrocé el coche, rompí todo dentro de casa y casi maté a mi hermana. Estaba loco, la necesitaba.
Hoy tengo 39 años; estoy internado en un hospital, soy inútil y voy a morir abandonado por mis padres, amigos y por ella. ¿Su nombre? Cocaína. A ella le debo mi amor, mi vida, mi destrucción y mi muerte. Freddie Mercury (1946-1991). Lo escribió antes de morir de SIDA.
En gran cantidad de ocasiones los seres humanos tendemos a volver nuestra mirada a Dios y reconocer nuestros errores ya cuando es demasiado tarde. Aprovechemos las experiencias de otros cuyo ejemplo nos motiva a evitar caer.
Nunca es demasiado tarde! recuerda que por más difícil que sea la situación, por más profundo que hayas caído y aunque ya no haya manera de cambiar las consecuencias físicas de tus errores, si estás arrepentido de corazón y has tomado la decisión de no reincidir, recuerda las palabras del libro de la sabiduría (Proverbios 28:13) "Mas el que confiesa su pecado y se aparta, alcanzará misericordia".
Siempre hay un Padre celestial que te ofrece que eches "toda tu ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ti" (1 Pedro 5:7).
2 Corintios 5:17: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 1 Crónicas 16:34: Celebrad a Dios, porque es bueno; Porque su misericordia es eterna.
Fuente: Reflexiones bíblicas

12 de julio de 2015

Aprendiendo a comprender a los demás


La enfermera acompañó a un joven cansado y ansioso hasta la cama de un hombre mayor. Su hijo está aquí, le susurró al paciente. Tuvo que repetir esas palabras varias veces antes que los ojos del paciente se abrieran. Estaba bajo los efectos de un fuerte sedante debido al dolor por su ataque al corazón, y veía confusamente al joven parado en el exterior de su carpa de oxígeno.

Extendió su mano y el joven la tomó firmemente con las suyas, transmitiéndole un mensaje de aliento. La enfermera trajo una silla al lado de la cama. Toda la noche el joven estuvo sentado sosteniendo la mano del anciano y dándole suaves palabras de esperanza. El moribundo no decía nada mientras se sostenía firmemente de su hijo.

Al acercarse la madrugada, el paciente murió. El joven puso sobre la cama la mano sin vida que había estado sosteniendo y fue a notificar a la enfermera. El joven esperó, mientras la enfermera hacía lo necesario. Cuando concluyó su tarea, la enfermera comenzó a prodigar palabras de consuelo al joven.
Pero él la interrumpió.

-¿Quién era ese hombre?, le preguntó. -Yo creí que era su padre, contestó la sorprendida enfermera. -No, no era mi padre, contestó él, nunca antes lo había visto. -¿Por qué, entonces, no me dijo nada usted cuando lo llevé hasta él?, le preguntó la enfermera.  -Él replicó, Yo también sabía que él necesitaba a su hijo, y su hijo no estaba aquí. Cuando me di cuenta que estaba demasiado enfermo como para distinguir si yo era o no su hijo, comprendí cuánto me necesitaba.

Colosenses 3:12 -15: 12. Por tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vestíos de profunda compasión, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia, 13. soportándoos los unos a los otros y perdonándoos los unos a los otros, cuando alguien tenga queja del otro. De la manera que el Señor os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14. Pero sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15. Y la paz de Cristo gobierne en vuestros corazones, pues a ella fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

CUANDO EL ARROYO SE SECA ES TIEMPO DE LEVANTARSE

    PASTOR: HECTOR ENCARNACION