11 de julio de 2018

LA IMPORTANCIA DE BUSCAR A JESUS

Jesucristo es nuestro Señor y Salvador.
Qué bueno es cuando las personas buscan a Jesús para satisfacer una necesidad espiritual  tan importante como es  la salvación de su alma, la cual solo se obtiene a través de él.  Jesús dijo: “yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi”, (Juan 14:6).
Pero hay otros que buscan a Jesús no para su  salvación, sino para obtener cosas materiales  para satisfacer sus deseos carnales, simple y llanamente. Esa es la estrategia de muchos religiosos y falsos profetas en estos tiempos.

Al respecto, tenemos un ejemplo contundente en el Evangelio de Juan, capitulo 6, que luego de la multiplicación de los panes y los peces, en los que fueron alimentados más de cinco mil personas, sin contar a las mujeres y  niños, muchos comenzaron a buscar a Jesús, “Y hallándole al otro lado del mar le dijeron: Rabí, ¿Cuándo llegaste acá?

“Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis  y os saciasteis. Trabajad no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará;  porque a este señalo Dios el Padre”, (Juan 6:25-27).
Otros  buscan a Jesús por su inquietud religiosa y van a iglesias a adorar y a pedirle a su imagen, representada por un cuadro o un ídolo, lo que es idolatría, pecado que Dios aborrece y condena.

Al respecto, la Biblia dice: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que este arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinaras a ella, ni las honraras ; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos”, (Éxodo 20:4-6).

Unos griegos, entre los que habían subido a adorar en Jerusalén, le rogaron a Felipe, diciendo: Señor quisiéramos ver a Jesús. Felipe fue y se lo dijo  a Andrés, entonces ambos se lo dijeron a Jesús, quien  les respondió diciendo: “Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado”.

Estos griegos, que eran gentiles, que quizás fueron idolatras, pero que tras oír  las palabras de Jesús, se mostraron interesados. Jesús les dijo: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardara. Si alguno me sirve, sígame; donde yo estuviere,  allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrara”, (Juan 12:20-26).

Estos griegos vieron la importancia de creer y seguir a Jesús, contrario a los judíos, muchos de los cuales, entre los que figuraban fariseos y saduceos, así como miembros de la familia sacerdotal, los rechazaron. Al respecto Isaías profetizo: “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. (Isaías 53:3-5).

Jesús,  el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. (Filipenses 2:6-11).

“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14).
Apreciado a migo, busca hoy a Jesús, porque “en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. (Hechos 4:12).

Y Jesús se acercó y les habló a sus discípulos diciendo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:18-20).

El señor Jesús que  es Dios manifestado en carne, te dice: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de el misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”, (Isaías 55:6-7).
Dios te bendiga apreciado amigo.

Escrito por: Miguel Ant. Matos

30 de enero de 2018

La venida de Cristo está cerca

Apocalipsis 22:6-21 (RVR 1960) 6 Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. 7 !He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. 8 Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. 9 Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. 10 Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. 11 El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. 12 He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. 13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. 14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. 15 Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira. 16 Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. 17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. 18 Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro. 20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús. 21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

28 de enero de 2018

La manifestacion de la bondad de Dios

LA MANIFESTACION DE LA BONDAD DE DIOS


Salmo 31:19, “! Cuán  grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!”.

La bondad no solo es un atributo de Dios, sino una verdad fundamental que todo cristiano debería abrazar.

El apóstol Pablo, en Tito 2:4-7, dice: “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con nosotros, nos salvo no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramo en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador. Para que justificado por la gracia, viniéramos  a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”.

¿Qué éramos nosotros antes de conocer a Cristo? Pablo dice: “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos  de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros”, Tito 2:3.

Al respecto, “dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien”, Salmo 14:1.

Sin embargo, Dios es fuente de todo lo que es bueno; porque “toda buena dadiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”, Santiago 1:17.

Dios no le quita nada que sea verdadero, a sus hijos: “Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitara el bien a los que andan en integridad”, Salmos 84:11.

Conozco en este país a muchas personas que han sido impactadas por la bondad de Dios, han recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador y nacido de nuevo espiritualmente, y sus vidas transformadas de manera radical.

También conozco el testimonio de una pareja joven, que vivía en un sector de San Pedro de Macorís, que en su vida fue impactada por la bondad de Dios, porque  su primer hijo nació pesando libra y media, y todos los vecinos se asombraron de ver una criatura tan pequeña y  apostaban que no iba a durar ni siquiera tres meses.

 El bebe no nació prematuro, pero la comadrona también dudaba que durara mucho, porque  ni siquiera le cabía el tetero por la boquita para alimentarse de la leche, por lo que tenía que usar una jeringuilla, y además era estreñido y para que evacuara le ponían  enemas con otra jeringuilla. 

Era realmente una situación difícil para los jóvenes padres de esa criatura.
Los vecinos cuando iban al hogar de esta joven pareja, el saludo que le daban era que si el bebe todavía estaba vivo. En un momento que se juntaron muchos de los vecinos, algunos por curiosidad y otros  preocupados, por la situación del bebe, esperaban su fallecimiento en cualquier momento. Pero su abuelo, ya incomodo por los molestosos comentarios de los vecinos, manifestó en alta voz, ese niño “los va a enterrar a todos  ustedes”, y así fue. La bondad de Dios se manifestó en esa familia, y el niño sobrevivió.

Su hijo creció saludable, estudio en la UASD, y se graduó  en ciencia de la Comunicación Social, y trabajando duro,  saco de la pobreza  a  su familia, y lo más importante fue que en su juventud recibió a Cristo como su Señor y Salvador.

El destino eterno del hombre está determinado por la decisión que tome con respecto a cómo puede ser verdaderamente bueno a los ojos de Dios. (Ver Juan 5:28-29; Romanos  3:1-26; Tito 3:3-7.

Ese niño que creció lleno de vida física, soy yo, Miguel A. Matos, ahora un adulto mayor, tengo 50 años de casado, con una hermosa familia, con tres hijas,  que me han dado siete preciosos nietos, y más de la mitad de mi vida la he  utilizado  al servicio del Señor, agradecido por su inmensa bondad  y misericordia, dando por gracia lo que por gracia he recibido, la salvación de mi alma.

Muchas bendiciones para mis colegas periodistas, amigos y  para mis apreciados hermanos en Crist

19 de enero de 2018

Información importantes para nuestros lectores

Buenas tardes y que Dios les bendiga grandemente. Les pedimos a nuestros lectores que por favor comenten las publicaciones esto es de suma impotancia para nuestro blog, ya que necesitamos saber si le ha sido de bendición y en que podemos mejor.

Bendiciones y paz.
Att: Tony Montilla

CUANDO EL ARROYO SE SECA ES TIEMPO DE LEVANTARSE

    PASTOR: HECTOR ENCARNACION