No moriré. Puedo confiar en mi Dios y esta fe me conservará la vida. Quisiera ser de aquellos cuya vida puede ser contada entre los justos; más aún cuando así fuera, no desearía vivir de mi propia justicia; preferiría fundamentarme en la obra del Señor Jesús y vivir únicamente por la fe en Él.
Aunque entregara mi cuerpo para ser quemado por mi Jesús, con todo desconfiaría de mi propio valor y de mi felicidad; al contrario, seguiría viviendo por fe. El nombre de mi Salvador Tan sólo invocaría fiel, Perdón pidiendo por su amor.
Vivir por fe es mucho más seguro e infinitamente más feliz que vivir de sentimientos o de las obras. El sarmiento adherido a la vid tiene una vida más abundante de la que podría tener separado del tronco, en el caso de que esto fuera posible.
Vivir en comunión con Cristo y sacar de Él nuestra fortaleza es lo más agradable y sagrado. Y si aun los hombres más justos sólo así pueden vivir, con cuánta mayor razón deberé vivir yo que soy un pobre pecador. Señor, creo.
En ti confío enteramente. ¿Qué más puedo hacer? Confiar en ti es mi vida; así lo experimento y en este propósito me mantendré hasta el fin de mi vida.
Hoy sé que gracias a la fe que Dios me ha dado es que puedo vivir. No hay nada que me sostenga más que la confianza en el Dios creador del universo.
Señor, Gracias por darme la fe. La misma fe que me puede salvar y me puede sostener para el resto del camino. Me rindo ante ti y solo en ti espero. Amén.
El justo por la fe vivirá. Romanos 1:17.
Fuente: Reflexiones Cristianas.
Por: Miguel Matos
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