Alerta pueblo de Dios en República Dominicana, las señales del fin de los tiempos y el arrebatamiento de la iglesia de Jesucristo, integrada por los cristianos, nacidos de nuevo, transformados por el Espíritu Santo, que viven en obediencia a su Palabra y en santidad, puede ocurrir en cualquier momento, por lo que debemos estar preparados para ese magno y divino acontecimiento.
Ante la magnitud de esas señales, no es extraño que hayamos visto en este mes de septiembre un eclipse solar, varios devastadores huracanes, un terrible terremoto en México, la caída de un aerolito en una región de la Unión Soviética, que dejo un saldo de más mil heridos y a un supuesto representante de Cristo, cuya finalidad es unir a todas las religiones, dentro de los planes satánicos de establecer un nuevo orden mundial.
Hay que estar muy atentos de las cosas que ocurran en este mes, porque se ha estado diciendo que algo grande se espera para el mundo que se encuentra en franca decadencia en lo moral y espiritual, así como para el pueblo de Dios, que aguarda el arrebatamiento de la Iglesia por su Señor y Salvador Jesucristo.
También hemos observado con cierta reserva y temor al gobernante de Corea del Norte, amenazando con armas nucleares a naciones del hemisferio Occidental con el fin de destruirla. Importantes países como los Estados Unidos y de los que forman la Unión Europea y la ONU, están dispuestos a repeler cualquier agresión de Corea del Norte, lo que seguramente daría comienzo a la Tercera Guerra Mundial, en la que moriría la tercera parte de la humanidad.
Los daños causados en el país por el huracán Irma, pueden considerarse leves en comparación con los que se produjo en las islas de Cuba y de las Bermudas, entre otras, que fueron prácticamente destruidas por el fenómeno atmosférico. El huracán Harvey, produjo graves daños millonarios y pérdidas de vidas en varias poblaciones de los Estados Unidos.
Todo esto es el comienzo de las cosas terribles que vendrán, según la Biblia, la Palabra de Dios. “Estando Jesús en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
“Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y de rumores de guerras, mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aun no es el fin. Porque se levantara nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, hambre y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.
“Y muchos falsos profetas se levantaran, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, al amor de muchos se enfriara. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.
“E inmediatamente de la tribulación de aquellos días, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentaran todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.
“Y enviara a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntaran a sus escogidos, desde los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
“De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama esta tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano esta cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca a la puerta.
De cierto os digo, que no pasara esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasaran, pero mis palabras no pasaran”. (Mateo 24:3-8; 11-13; 30-35).
En cuanto al arrebatamiento de la Iglesia, el apóstol Pablo dijo: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta: porque se tocara la trompeta, y los muertos serán resucitados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria”. (1 Corintios 15:51-54).
Amigo lector (a), si todavía no está preparado te invito en este momento a que recibas a Cristo como tu Señor y Salvador porque es el único que te puede librar de la ira que vendrá.
Te invito a hacer esta Oración: Señor Jesús me arrepiento de todos mis pecados, te suplico que me perdone, porque moriste por mí en la cruz del calvario, llevando allí todos mis pecados pasados, presentes y futuros, ahora mismo yo te recibo como mi Señor y Salvador, quiero ser uno más de los levantados durante el arrebatamiento de tu Iglesia, la esposa del Cordero. Amén.
Fuente: La Biblia y M.A.M.
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