Ir al contenido principal

El Chisme Y Sus Consecuencias

Salmos-15-2-3 La Palabra de Dios nos habla muy claramente sobre lo malo que es el hablar indebidamente de otra persona (o sea chisme) y siempre sus resultados son tan dañinos que pueden destruir el testimonio o la vida de una persona. La palabra hebrea traducida como “chismoso” en el Antiguo Testamento es definida como alguien que revela secretos que suceden a su alrededor como un chismoso o traficante de chismorreos.
En Proverbios 16:28 nos dice la palabra: “El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos”. Muchas personas, amistades y hasta familias han sido destruidas por un comentario incorrecto lo cual comienza con un chisme. El chisme trae contiendas, dice Proverbios 26:20: “Sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda.” Como la leña que aviva el fuego así mismo es el chisme, aviva la contienda entre personas. Qué triste es cuando usted ha confiado en una persona y al pasar el tiempo usted se entera que esa persona en la cual confiaste te ha juzgado y hablado mal de ti delante de otros. Es doloroso el confiar en alguien y darte cuenta más tarde que esa persona no tenía como dice el texto “espíritu fiel”. Qué triste cuando por un chisme se separan familias, amigos, iglesias, ministerios, matrimonios dejando una estela de dolor y daño que pueden pasar muchos años para reparar el daño hecho y hay casos que el daño no tendrá reparo jamás porque Dios perdona y no se recuerda más de nuestros pecados, pero a diferencia del hombre que tiene por tendencia él no olvidar. A juzgar por lo común de su práctica, aún entre personas que profesan ser cristianas, tal parece que muchos están confundidos con respecto a la naturaleza y malignidad del chisme. “El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo” Proverbios 11:13. “El que anda en chismes revela secretos, pero el de espíritu leal oculta las cosas” (LBLA). Junto con el chisme normalmente aparece otra variante, la queja: esta palabra significa (lamentarse, dolerse, protestar, demandar, reclamar, reprochar.) Y de la queja viene la murmuración, estos son como dos gemelos que nunca andan separados siempre andan juntos y son muy buenos compañeros nunca se separan, la queja no es de Dios, no viene en el paquete de la salvación. La murmuración puede ser sobre un hecho verdadero, entonces se le llama chisme. No se cuestiona si lo que se comunica es cierto o no, sino que el hecho de hablarlo, de comentarlo con otros, se constituye en murmuración y eso es pecado. Y recuerden que para Dios no hay diferencia de pecados, es tan pecador el asesino, el idólatra, el adúltero como el chismoso. Nuestro Señor llama a los chismosos corruptos. Aquellos que se involucran en este comportamiento no hacen sino provocar dificultades y causar ira y amargura, sin mencionar las heridas entre amigos. Tristemente, algunas personas lo hacen pensando que es sin intención y buscando el bienestar de la víctima de sus murmuraciones, y nada más lejos de la realidad. Cuando tales personas son confrontadas, niegan las acusaciones y responden con excusas y racionalismos. En vez de admitir su error, culpan a alguien o a algo más, o intentan hacerlo sonar como si el pecado que cometieron no fuera tan malo. “La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma. Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas, ” Proverbios 18:7-8. “El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.” Proverbios 21:23. Así que debemos guardar nuestras lenguas y refrenarnos del acto pecaminoso del chisme. Si rendimos nuestros deseos naturales al Señor, Él nos ayudará a mantenernos rectos. Dios recompensa al justo y al recto, así que todos debemos luchar para permanecer como tales. Fuente: Reflexiones Cristianas.

Por: Miguel Matos

Comentarios

Entradas más populares de este blog

DIOS SE MUEVE EN MEDIO DE LA ALABANZA DE SU PUEBLO

Es maravilloso como Dios se agrada y se mueve durante la alabanza de su pueblo, porque su presencia se hace manifiesta, lo que  descubrió  Rey David, en sus años mozos al abrir su corazón y mente a Dios, con el que mantuvo una excelente comunión, siendo considerado por el mismo Creador como  conforme a su corazón. En la Biblia, en el  libro de los Salmos, vemos la extraordinaria inspiración de David en sus cánticos, de tal manera que a través de ellos el Espíritu Santo le reveló aspectos interesantes sobre la vida y los sufrimientos de Cristo en la cruz del calvario. David describió a Jesucristo al decir: “Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para siempre”. Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu majestad”, Salmos 45:2-3. Al referirse a la gracia derramada por Dios, a favor del hombre pecador, en el Salmo 22, David comienza clamando “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me

El apagón espiritual

                                                      Los dominicanos, desde hace años, hemos adoptado, con resignación, la cultura de los apagones. Nos lo han impuesto, y ya no podemos vivir sin ellos. Esta situación nos viene afectando desde hace más de medio siglo y por el momento no se vislumbra una solución inmediata y definitiva. Hemos enriquecido a los vendedores de plantas generadoras de electricidad, de inversores y de baterías. Sin embargo, las personas de escasos recursos económicos tienen que combatir los apagones iluminándose con velas de cera, velones y lámparas de kerosene o de gas licuado. Todos los gobiernos surgidos, luego de la desaparición de la tiranía trujillista, hacen esfuerzos infructuosos para solucionar el problema, pero nada, todo sigue igual, el pueblo sigue sufriendo los efectos de los apagones, aunque a veces, hay que ser justo, los generadores y las distribuidoras ofrecen unos alumbrones, pero ahora más caros. La crisis energética en u

DIOS ES MI FUERZA

 La Biblia nos dice: “Entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío” en el Salmo 43:4. Concluimos que ésta alegría o gozo está en el Señor mismo. El vivir en la voluntad del Señor genera gozo, el Padre celestial dijo de su Hijo: “Éste es mi Hijo amado en el cual tengo complacencia”, expresión que indica: “Me gozo en mi amado Hijo” y una pregunta sería ¿Por qué el Padre se goza? Precisamente porque Jesús vivió para hacer Su voluntad… “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios” Hebreos 12:2. En primer lugar debemos considerar el significado del término gozo desde la Escritura. En el Antiguo Testamento la palabra gozo indica alegría, bienestar, deleite, júbilo, regocijo, es una expresión que implica moralidad y rectitud. En el Nuevo Testamento la palabra gozo tiene como significa